viernes, 13 de agosto de 2010

Los jueces corruptos en la mira



El Ministerio de Justicia revisará sentencias para detectar a los magistrados que cometieron irregularidades.


El procurador Daniel Figallo está empeñado en desentrañar la corrupción. (Paul Vallejos)

Como parte de la ofensiva legal iniciada por el Ministerio de Justicia para denunciar los actos de corrupción cometidos por el Poder Judicial a través de sus resoluciones, el director del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, Daniel Figallo, informó a Perú.21 que se está revisando los fallos emitidos en perjuicio de los intereses del país, para determinar si estos se fundamentan en la legislación o si existe alguna irregularidad en sus contenidos.

“Estamos realizando una investigación sobre el modus operandi de diversos jueces y vocales que pueden estar generando beneficios al margen de la ley. Se ha iniciado con casos relacionados al lavado de dinero proveniente del narcotráfico”, dijo Figallo, quien añadió que, en caso de encontrarse algún ilícito, “los procuradores denunciarán a los jueces involucrados”.

De acuerdo con la explicación del abogado, esta investigación implica revisar el “movimiento’ del expediente desde el momento en que este llega al Poder Judicial. “Debemos determinar cuánto tiempo se han demorado en admitir y evaluar las demandas y apelaciones, el día a día del expediente y las personas involucradas en su manejo, desde el magistrado hasta el personal administrativo”, precisó.

Los resultados de esta investigación, señaló el defensor del Estado, serán dados a conocer de forma oficial –en las próximas semanas– al presidente Alan GarcíaVíctor García Toma al presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein y a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. al ministro de Justicia,

“Definitivamente se tomarán las acciones jurídicas necesarias para denunciar estos temas y, además, se informará también a las instituciones encargadas de la evaluación y sanción de los magistrados, como la Oficina de Control de la Magistratura”, precisó.

La mafia china trafica cocaína en Perú

Perú 21, 13 agosto 2010

El ‘Dragón Rojo’ lleva droga a Estados Unidos y a Europa mediante ‘burriers’. También importa éxtasis.


La mafia también incursiona en la importación de drogas sintéticas. (USI)

El Perú ya no está solo en la mira de los cárteles del narcotráfico de origen mexicano y colombiano. Con el último golpe de la Policía a una banda de origen chino que traficaba con cocaína y éxtasis habría quedado demostrado que los mafiosos asiáticos –con gran presencia en nuestro país– han incursionado en este “negocio’.

Fuentes policiales señalaron a Perú.21 que el grupo criminal, conocido como ‘Dragón Rojo’, trafica cocaína al extranjero desde 2008. Hasta hace unos años, estos delincuentes se dedicaban únicamente a la extorsión y al tráfico de personas y de mujeres para la prostitución en su comunidad.

Ahora estarían detrás de envíos de cocaína a Europa y a Asia, donde el kilo del estupefaciente, que en el Perú cuesta mil dólares, llega a valer hasta 150 mil dólares. Los cárteles asiáticos habrían establecido contacto con el ‘Dragón Rojo’.

El especialista en temas de narcotráfico Jaime Antezana sostuvo que el interés de las organizaciones chinas en el Perú obedece al crecimiento económico de la nación oriental. Esto ha generado un aumento en la demanda de la cocaína peruana.

“El Perú es un país muy atractivo para estas bandas por la calidad de la droga y el bajo precio, además de las rutas que manejan las organizaciones chinas que operan aquí para sacar los narcóticos al extranjero”, comentó. Antezana aseguró, además, que nuestro país también estaría en la mira de la mafia rusa.

PELIGRO. Pero la cocaína no sería el único negocio de los grupos chinos. Se sabe que estos han incursionado, igualmente, en la importación de drogas sintéticas, cuyo costo en China es de 1 dólar por pastilla. Aquí, cada unidad cuesta entre 10 y 15 dólares.

La Procuraduría Antidrogas del Ministerio del Interior también investiga diversos casos de narcotráfico en los que están involucradas organizaciones de las mismas características.

Sonia Medina, titular de esta instancia, aseguró que han sido capturados muchos “burriers’ ligados a esos cárteles. Sin embargo, “los detenidos jamás delatan a la persona que les dio la droga. Están amenazados de muerte”, manifestó. Este detalle complicaría la investigación. La funcionaria no descartó que en nuestro país también opere la mafia japonesa denominada Yakuza.

¿CÓMO TRABAJAN? La presencia del “Dragón Rojo’ en el Perú data de inicios de esta década. Comenzaron sus actividades delictivas con la extorsión a ciudadanos chinos en negocios como chifas, casinos, karaokes y tiendas.

Posteriormente, incursionaron en el tráfico de inmigrantes. Traían chinos al Perú para ser llevados a Europa y a Estados Unidos vía marítima, terrestre y aérea. A cada extranjero, la mafia le pedía entre 15 y 25 mil dólares.

Este pago incluía documentación falsificada para poder atravesar los controles con tranquilidad. Los cabecillas captaban a los inmigrantes en ciudades como Shangái. Para llegar a su destino pasaban por el Perú, Paraguay, Costa Rica, Panamá y Honduras.

Lo novedoso es que estos criminales estarían aprovechando las rutas de tráfico de ilegales para trasladar la droga mediante la modalidad de “burriers’. Las personas que llevan la cocaína son captadas en la misma China y traídas al Perú con la promesa de ser enviadas a los países de destino del estupefaciente sin pagar. Cabe indicar que, pese a esta nueva actividad, no han dejado de lado el tráfico de chinos.

En 2008, la Policía lanzó la primera advertencia de la proliferación de las bandas asiáticas en el rubro de la cocaína, tras la captura de un sicario colombiano. Este sujeto trabajaba para un capo chino que dirigía todo desde Asia. Se supo que el narco coordinaba con el “Dragón Rojo’.

Las autoridades temen que la organización oriental gane terreno, como ya ocurrió con los cárteles mexicanos. Estos también empezaron enviando “burriers’ al extranjero. Ahora, ante la demanda, llevan toneladas de cocaína en buques.