Ya detectaron una en Córdoba. Las usan para eludir controles y acercarse al mercado.
En febrero, la Policía de Cali descubrió un laboratorio de cocaína montado en un camión y secuestró dos toneladas de productos químicos.
Colombia ya no tiene la exclusividad de estas "cocinas" móviles ideadas para evadir los controles y acercar el producto a las bocas de expendio.
En septiembre del año pasado, Gendarmería encontró en Santiago del Estero una rudimentaria casa rodante que una banda de narcos usaba como laboratorio itinerante.
Sus dueños se hacían pasar por pescadores."La llevaban a remolque con una 4x4. Nosotros la detectamos en Córdoba capital, la seguimos hasta Carlos Paz y después apareció en Santiago del Estero", le contó a Clarín el comandante mayor Mario Nieto, director General de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía cordobesa.
Según Nieto, en su provincia aumentó en 2008 la cantidad de cocinas de cocaína, se secuestró más pasta base (la sustancia intermedia que se "cocina" para hacer cocaína) que otros años y también se encontraron más precursores químicos. "Todo esto nos indica que la cocaína se esta cocinando acá", aseguró Nieto. Y agregó que a Córdoba "está llegando más pasta base que cocaína"."Estimamos que en la Argentina se cocina un 20 por ciento
de la droga que circula y muchas veces es para estirarla. El otro 80% entra al país ya como cocaína", coincidieron fuentes de la SeDroNar.
En la Argentina, la "pasta base" ha comenzado a aparecer en las estadística de drogas.
En 2008, la Policía Bonaerense secuestró 12 kilos (poco, pero el doble que el año anterior). Además, encontró 15 cocinas, todas ubicadas en el primer cordón del conurbano en las que se secuestraron unos 200 kilos de cocaína ya procesada.
"En general, la pasta base se entrega como moneda de pago: las bandas internacionales pagan con pasta base la logística que les dan las bandas locales, y éstas la cocinan", explicó una fuente de la Justicia Federal.
La "cristalización" de la pasta base -a través de precursores-, deja por un lado el alcaloide puro (comercializado como paco) y, si se lo sigue refinando, se llega a la cocaína.
"La cocaína es el producto más refinado obtenido de la 'cristalización' de la pasta base. Contrariamente a lo que se cree, el paco no es la basura que queda de este proceso sino el resultado de un paso anterior. No es un residuo sino un producto en sí mismo... y más redituable que el clorhidrato", explicó Carlos Damin, profesor de Toxicología de la UBA.
"El sentido común indica que si se encuentra pasta base (sulfato de cocaína) es porque alguien piensa procesarla. Casi no existen los consumidores de pasta base pura", agregó Damín, quien hace una cuenta para demostrar que el paco es un producto tan atractivo para los narcos como la cocaína."Una dosis de paco se vende a 5 pesos, como mínimo, y tiene entre 0,01 y 0,03 del alcaloide de la cocaína. Es decir, que con el componente de un gramo de droga pura se obtienen 100 dosis de paco.
En otras palabras: con un gramo de sustancia convertida en paco ganan 500 pesos; mientras que si venden el gramo de cocaína directamente sólo consiguen 50, como máximo", graficó.
La pasta base que llega hacia la Argentina tiene a Salta como un punto clave. Y un tráfico propio. "Detectamos una organización con sede en Santa Cruz de la Sierra que marca los panes de cocaína con la figura de un escorpión rojo. Esta banda mete en la Argentina cocaína y pasta base, por aire y por tierra. Hacen artesanías con la pasta base simulando figuras folclóricas de yeso", explicó a Clarín el comandante mayor Julio César Leguizamón, jefe de la Agrupación Salta de Gendarmería.
Fuente: Diario Clarín
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